Este experimento surgió porque uno de nuestros compis de clase tiene que tomarse una medicina. Nos contaba que sabe fatal y que no es capaz de tomárselo. Así que le sugerí que se tapará la nariz y sin coger aire tragará todo sin miedo. Y para demostrarle que podía hacerlo...hicimos la prueba.
Llevamos a clase dos Yogures...
...y empezamos con nuestro nuevo reto. Al principio solo íbamos a realizar una demostración con 5 compañeros...pero al final nos animamos todos. Ojos tapados, nariz tapada ...y a probar.
Hubo quien hizo trampas y respiro antes de tiempo... Pero si lo hacemos bien es imposible adivinar el sabor del yogur. Ya que como pudimos comprobar es el olor y el color los que nos hacen asociar los sabores.
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